Os propongo un reto. Ahorrar 50 euros mensuales para el estudio de vuestros hijos en el extranjero.
En diez años, dejando ese dinero en vuestra cuenta corriente, obtendréis 6.000 euros. Pero no os olvidéis de un dato significativo: si ese dinero se queda en el banco, congelado, perderá valor por la inflación. En un mundo en el que las cuentas corrientes no dan interés, el dinero pierde valor si permanece estancado. Para evitarlo hay que ponerlo a trabajar buscar rentabilidad. La cesta de cosas que puedes comprar con ese dinero, si está congelado en el banco, será menor con el paso del tiempo por el efecto de la inflación. Es decir, los bienes y servicios tienden a subir el precio con el tiempo, mientras nuestro dinero en el banco puede incluso disminuir por las comisiones.