No se trata de tener fe en las inversiones, algo complicado en un momento de volatilidad en los mercados para un inversor temeroso, sino de que éstas se hagan según la doctrina de la fe. De la fe católica en este caso.
Y es que cada vez hay más fundaciones e instituciones religiosas, al igual que numerosos inversores particulares, que buscan productos financieros en los que poder colocar su patrimonio sin tener que preocuparse de si son contrarios a los preceptos católicos, por un mero principio de coherencia con sus creencias.
Asesorar a entidades sin ánimo de lucro
GFED Aequitas está gestionado por María Vázquez y tiene un perfil de inversión más defensivo, al ser un fondo mixto global de perfil moderado. Aunque el producto está inscrito en la oferta de la firma Quadriga AM, Vázquez fundó con otros socios una agencia de valores.
Tiene como eje central el predicamento católico, a través de la cual se dedican a asesorar a entidades sin ánimo de lucro, relacionadas con el tercer sector, intentando aplicar el modelo de gestión de los endowments norteamericanos, más conocidos por ser el prototipo de las universidades de EEUU más prestigiosas.
Activos reales
El fondo, que cuenta con 34 millones de volumen patrimonial, tiene un 50% de la cartera en activos con baja volatilidad. Invierte un 10% en firmas inmobiliarias globales, un 13% en commodities, un 10% en compañías de infraestructuras y firma de energías renovables y hasta un 35% en activos reales.
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