El comportamiento ético debería afectar a todas nuestras actividades. No puede ser actuar con valores a nivel de relaciones personales o sociales y no tener estos en cuenta a la hora de desarrollar una labor profesional y tampoco a la hora en la que seleccionamos nuestras inversiones.
Los ODS, y la transformación que está sufriendo el mundo, deberían contribuir a cambiar nuestras prioridades, y el mercado financiero no puede ser ajeno a ello. En este mercado también se observa un cambio, con una gran preocupación por las inversiones responsables y sostenibles, Gestión Fondo Endowment Agencia de Valores es un ejemplo de ello.
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